Me resulta alucinante la gente que he conocido, a la que estoy conociendo o la que me queda por conocer (que muchas veces más vale malo conocido que bueno por conocer).
En ocasiones, por no decir casi siempre, me quedo con la boca abierta con comportamientos, frases, opiniones o movidas mentales varias de algunas de las personas que me rodean y (para que engañarnos) de mí misma.
Situaciones irreverentes, hechos patéticos o comportamientos dignos de mear y no echar gota.
Por eso pensando fríamente la única explicación que le veo a ese tipo de situaciones es que no conocemos a nadie y en realidad están haciendo una tesis de análisis psicológico y/o sociológico. Introduciendo en un espacio tiempo concreto un personaje totalmente inventado que choca con la realidad a la que se enfrenta de modo cotidiano.
Señoras y señores, ándese con ojo, su mejor amigo, esta noche probablemente no duerma y se pase sus horas de sueño en vela escribiendo sobre usted.
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